Tal como informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires: «Durante las semanas previas se realizó un relevamiento en todas las zonas que conforman nuestra región agrícola nacional, sobre intención de siembra de girasol para la nueva campaña que está próxima a comenzar. Los resultados preliminares de este trabajo permiten anticipar un incremento tentativo de superficie implantada, del orden del 11,5 % en comparación al ciclo previo (girasol 2014/15: 1.3 MHa.). De esta forma, nuestra primera proyección temprana de siembra para el ciclo 2015/16 es de 1.450.000 hectáreas, superficie que de concretarse se ubicaría un 11,3 % por debajo al promedio de área implantada durante las cinco campañas previas (área promedio destinada a girasol del 2010/11 al 2014/15: 1.634.000 hectáreas)». 

A continuación el informe completo de la Bolsa y los datos y detalles a tener en cuenta:

Antecedentes y Aspectos Generales

Los resultados obtenidos a partir de nuestro relevamiento mostraron una tendencia hacia la expansión de superficie destinada al cultivo de girasol, sobre el extremo norte de la región agrícola nacional, en donde se ubican los núcleos productivos NEA y Centro-Norte de Santa Fe. En estas regiones y sobre todo en el núcleo productivo de Chaco, el inminente comienzo de la siembra, junto con la buena oferta hídrica disponible en los cuadros, apuntalan la actual proyección del área para la nueva campaña.

En paralelo, sobre gran parte de la franja central de la región agrícola nacional, la participación del cultivo de girasol durante las últimas campañas varió entre un 3,5 % y un 5,5 % en relación al total de la superficie implantada en todo el país. A pesar del escaso aporte de área, al presente ciclo se relevó una tendencia de expansión de superficie en sectores del Centro-Norte de Córdoba y Núcleo Norte. Si bien continuarían siendo incrementos de área que tendrían poco impacto a nivel nacional, en su gran mayoría responden a la necesidad de diversificar el portfolio de siembra y, con ello, el riesgo. Asimismo, existe una preferencia creciente hacia cultivos con menores complicaciones comerciales.

Por último, el relevamiento realizado sobre el extremo sur de la región agrícola no arrojó resultados precisos sobre la superficie destinada a esta oleaginosa. La gran variabilidad de respuestas obtenidas genera incertidumbre sobre el área que podría ocupar el cultivo durante la nueva campaña. Está falta de claridad sobre las perspectivas futuras se encuentra asociada principalmente a que aún estamos lejos del inicio de la ventana óptima de siembra en dichas regiones. Pese a ello, no se descarta la posibilidad de registrar expansiones de superficie, asociadas a una mayor intensión de siembra con materiales Alto Oleicos (AO).

Dicho panorama podría estar condicionado por la disponibilidad de semilla AO y su crecimiento se concentraría sobre las regiones Sudeste de Buenos Aires y Depresión del Salado, en donde se ubican las plantas procesadoras de este tipo de materiales. En contraposición, gran parte del margen oeste de la región bonaerense no registraría variaciones interanuales sobre el área destinada al cultivo de girasol, e incluso no se descarta la posibilidad de que algunas regiones sufran recortes de área de no registrarse condiciones adecuadas para la implantación del cultivo durante los próximos meses.

Condición hídrica para la siembra y perspectivas climáticas

Lluvias registradas durante las últimas semanas permitieron reponer humedad necesaria para la inminente implantación del cultivo sobre los núcleos girasoleros ubicados en las regiones NEA y Centro-Norte de Santa Fe. A pesar de esto último, la temperatura durante la siembra también s un factor que puede acelerar o dilatar la incorporación de cuadros, dado que los bajos registros termicos prologan el tiempo entre la siembra y el nacimiento del cultivo, generando mayor heterogeneidad en el desarrollo de los cuadros una vez implantados. En consecuencia, la evolucíon de la siembra durante las próximas semanas también podría sufrir alteraciones asociadas a las temperaturas que se registren durante toda la ventana óptima para la incorporación del cultivo.  

Sobre el extremo opuesto de la región agrícola, la actual oferta hídrica es adecuada en extensas áreas de Buenos Aires. A pesar de ello, la ventana de siembra de varias de las regiones comprendidas dentro de esta última provincia, comienza hacia finales de septiembre, con lo cual se deberán registrar nuevas precipitaicones durante los próximos meses a fin de mantener la buena condición hídrica actual y que la humedad a la siembra no sea una limitante para la incorporación de los cuadros. 

Por último, según nuestro informe de perspectivas climáticas de largo plazo (publicado a principios de Julio 2015) se espera que, durante la presente temporada, la circulación de aire polar se vigorice. En consecuencia, podrían incrementarse las irrupciones de aire frío y seco; que provocarán heladas intensas hasta el inicio de la primavera. En paralelo, durante el invierno las precipitaciones se concentrarían sobre sectores del NEA, la mesopotamia y el noreste y centro este de la región pampeana; mientras que la mayor parte del oeste y el centro del área agrícola argentina recibiría precipitaciones moderadas a escasas, con una distribución muy irregular.

Ya hacia la primavera, los efectos del desarrollo de “El Niño” comenzarían a hacerse sentir con fuerza, intensificándose la circulación tropical y solo el oeste del NOA, y el sudoeste de la región pampeana registrarían precipitaciones inferiores a lo normal.

Ir al contenido original en: infocampo.com.ar

Leer más