«Ni con el precio futuro de U$S 140-U$S 150 por tonelada a enero, al Trigo le cierran los márgenes para sembrarlo, y mucho menos si hay que realizar lo que se cosechó en esta campaña 2014/2015 y con ese dinero volver a sembrar. Es imposible. La decisión es muy difícil. Es casi como ir al casino”, indicó a “Siempre que llovió…paró”, Mariano Otamendi, titular de AaProTrigo (Asociación de Productores de Trigo).

El dirigente agregó que «ahora que los precios internacionales están bajos, más allá de los problemas internos de la formación de nuestros precios, surge otro problema que tienen todos los granos en la Argentina, que es la falta de transparencia en la comercialización. Como se abandonaron los instrumentos institucionales para la formación de precios, hace que no haya transparencia. A todo eso se suma al problema de los Roes y la intervención del gobierno, por eso estamos en el peor escenario». 

También agregó: «Yo realicé muchos congresos de comercialización de granos y descubrí que la Argentina produce de espaldas al mercado. En lugar de salir a investigar, producimos lo que nos resulta cómodo y después despachamos al precio más bajo del mercado internacional. Esto se está agravando, porque en estos diez años se profesionalizó más la comercialización y nuestro país no tiene ningún organismo, institución ni productores que salgan al mundo a investigar». 

En tanto, en el programa que se emite los sábados de 10 a 12 por Radio Colonia, Otamendi aseguró que «el grave problema lo tienen los productores del oeste-sudoeste, que no tienen margen de otro cultivo para producir y llevan muchos años con esta trampa. El productor genuino de trigo hoy debería tener derecho y exigir un subsidio, un crédito a tasa cero, para encarar la campaña y apostar al trigo». 

«Nadie vende nada, en muchos lugares la cadena de pago se está cortando. Sacando la zona núcleo, el resto están padeciendo rindes de soja muy bajos. En el sudeste tenemos menos de 2 toneladas por hectárea en soja de primera, cultivos como girasol cuyo precio está lejos de ser formado por mecanismos institucionales. La cosecha fina fue magra y el cultivo de trigo es muy exigente en nutrientes, por lo que hay que invertir mucha plata», afirmó. 

Por último Otamendi explicó que “se ven dos escenarios claros: la gente que puede subsidiar al cultivo porque tiene la capacidad financiera/económica para subsidiarlo y arriesgarse. Zonas donde llovió bien, y los productores de monocultivo que están en muy malas condiciones. Hoy se estima una baja de no menos del 15%. A nivel nacional vamos a estar alrededor de 3,6 millones de hectáreas. De no ocurrir nada con el clima, creo que los productores van a hacer un esfuerzo y sembrar”, finalizó.

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