De acuerdo a Emilce Terré, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario, las condiciones en el mercado local son ideales para el maíz y el trigo en Argentina.
Después de conocerse el reporte de USDA, la especialista hizo un análisis detallado sobre la situación actual de ambos cereales tanto en el plano local como en el internacional.
Aquí compartimos el informe completo:
Si no fuera por la presión que vienen sufriendo los cereales en el mercado externo, las condiciones del mercado local salen a pedir de boca. Precios sostenidos, aumento de la superficie sembrada de trigo y maíz, fuertes inversiones y activa comercialización se combinan para dar un renovado aire al sector cerealero.
El maíz ha sido, por lejos, la estrella de la semana en nuestro recinto físico de granos. Con la referencia del pico máximo en los últimos tres meses alcanzado en el mercado de Chicago y frente a la necesidad de la exportación de originar mercadería, los valores ofrecidos lograron sostén. Abiertamente se dieron los ansiados $ 2.500/ton disparando las órdenes de ventas. A los compradores que ya venían operando en el mercado se le sumaron incluso nuevas empresas interesadas en hacerse del grano, y se calcula que se podrían haber negociado entre 40.000 y 50.000 toneladas por rueda, muy por encima de la actividad de las semanas previas.
Fuera de la entrega disponible, se sucedieron las ofertas de compra por entrega diferida. Para el mes de diciembre se daban u$s 160/ton, que al tipo de cambio esperado de Rofex significaría hoy unos $ 2.544/tonelada. También existían puntas abiertas por maíz nuevo, a u$s 145/ton para el grano a descargar entre febrero y mayo, y u$s 142/ton ya para el maíz de segunda o tardío a entregarse entre los meses de julio y agosto.
Este gran interés de los exportadores encuentra sustento en los márgenes positivos que muestra actualmente la actividad. Según nuestras estimaciones, el FAS Teórico o capacidad de pago del sector para embarques desde el Up River es de u$s 165,4/tonelada, por lo que a u$s 160/tonelada deja una ganancia teórica bruta de cinco dólares por tonelada exportada.
En este contexto, la actividad programada para las próximas semanas muestra gran dinamismo. Por un lado, según surge de SIO Granos, ya existen casi 1,4 millones de toneladas de maíz agendadas para descargarse en los puertos de nuestra región en el mes de octubre. No habiendo alcanzado la mitad del mes, ello ya supera el total registrado para el mes de septiembre y casi duplica el de octubre de 2015.
Mientras tanto, según información suministrada por la agencia marítima NABSA se están cargando o se cargarían en los próximos 15 días buques con maíz en los puertos del Up River Rosario un total de 900.000 toneladas de grano, de las 1,4 millones que están programadas para enviar al exterior desde todos los puertos del país.
Es probable que el despegue del maíz esta campaña quede en la memoria durante mucho tiempo. En lo que va de octubre, se anotaron DJVE (compromisos de exportación) por 101.671 toneladas de grano de la campaña 2015/16 y 380.000 por adelantado de la 2016/17. Con ello, ya suman 20,7 millones de toneladas las presentaciones para la campaña actual, un valor máximo para esta altura del año, seis millones más de lo que en promedio se registraba para esta altura del año en los últimos cinco ciclos comerciales. Además, hace cuatro años que no se adelantaban en octubre DJVE para la campaña siguiente.
De las 20,7 millones de toneladas comprometidas para exportar, se han embarcado 15,7 millones (el 75%), pero ya se han comprado en el mercado doméstico 17,6 millones de toneladas, que alcanzan a cubrir el 85% de los compromisos. En otras palabras, al sector exportador le restan comprar algo más de tres millones de toneladas para cubrir el volumen de negocios de exportación que cerraron a la fecha para la campaña actual.
Este panorama consolida las intenciones de siembra para el nuevo ciclo. Según el informe mensual de estimaciones de GEA las coberturas con el cereal podrían sumar 5,7 millones de hectáreas, de las cuales ya se implantaron un cuarto del total, casi 1,5 millones. Tomando una pérdida de superficie promedio de las últimas cinco campañas y el rinde tendencial que arrojan los diez ciclos previos, la producción 2016/17 podría arrojar entre 34 y 35 millones de toneladas. Sin embargo, los stocks iniciales más ajustados y la robusta demanda para exportar podrían ser los elementos que den sostén a los precios.
A nivel global, el USDA dio a conocer esta semana su informe mensual de estimaciones oferta y demanda (WASDE), ratificando la previsión de una oferta global récord para la campaña 2016/17 incluso a pesar de una revisión a la baja de los rindes en Estados Unidos. Sucede que si bien los stocks finales proyectados a nivel mundial cayeron 2,7 millones de toneladas respecto al reporte del mes de septiembre, la producción mundial superaría los mil millones de toneladas por primera vez en la historia.
Pese a ello, la demanda no amaina y, según prevé el organismo, sería capaz de digerir el salto de producción con lo que la relación stock/consumo se mantendría prácticamente sin variaciones respecto a las últimas tres campañas aunque sí aún en niveles muy altos en términos históricos. En Estados Unidos, particularmente, se prevé que el stock/final de la campaña 2016/17 acumule casi 14 millones de toneladas más que el ciclo precedente hasta casi 59 millones de toneladas.
En este contexto, si bien no quedan dudas que nos encontramos en una fase decreciente del ciclo que marcan en el largo plazo los commodities agrícolas en general y los cereales (maíz y trigo) en particular, los precios en Chicago encuentran sostén en la fuerte demanda externa y en la reticencia de los farmers americanos a desprenderse de su producción a los actuales valores y gracias a ello las cotizaciones tocaron su mayor valor en los últimos tres meses durante esta semana, una buena noticia tratándose del mes cúspide para las labores de cosecha estadounidense.
El trigo en contango
El título de película refiere a una situación muy poco frecuente en el mercado de granos: el valor del cereal en cosecha es superior a su precio disponible, cuando normalmente las épocas asociadas a la trilla suelen presionar a la baja los valores que se pagan ante la llegada de la nueva oferta al mercado.
Sin embargo, en nuestro mercado local, se ofrecieron abiertamente entre $ 2.100 y $ 2.150 por tonelada para la entrega contractual, mientras que por el cereal a entregar entre los meses de diciembre y enero se alcanzó la barrera psicológica de u$s 150/tonelada que, al tipo de cambio operado en Rofex para dicho momento, se convertirían en unos $ 2.400 la tonelada.
En este contexto el grueso de la operatoria en la semana se centró en trigo nuevo, a descargar entre los meses de diciembre de 2016 y mediados de enero de 2017. El sector oferente hace tiempo tenía como objetivo los u$s 150/tonelada para desprenderse de su grano, por lo que cuando en la rueda del jueves éstos se dieron abiertamente se calcula que podrían haberse negociado 60.000 y 70.000 toneladas, según indicaron algunas fuentes del mercado.
Sucede que con las exportadoras liquidando gran parte de sus stocks de mercadería en la campaña actual y ya habiendo asumido compromisos para la entrega de grano en los primeros meses de la campaña próxima, la necesidad de asegurarse la entrega de mercadería ha motivado la mejora de sus ofrecimientos. Señal de ello ha sido semanas atrás los rumores de negocios que pactaban la posibilidad de entregar en cosecha pero con precios a fijarse hasta el mes de junio/julio de 2017, mientras que esta semana se cree que se podrían haber hecho negocios acordando el pago adelantado del cereal contra entrega futura en cosecha.
La liquidación de stocks del sector exportador surge de la comparación de las 6,59 millones de toneladas que se compraron de trigo 2015/16 con las 7,77 millones que se embarcaron, de acuerdo a información promulgada por el Ministerio de Agroindustria al 05 de octubre. El millón cien te toneladas restante por fuerza salió de mercadería comprada y no exportada con anterioridad, lo que da la pauta que muy probablemente la exportación deba salir a comprar la casi totalidad del grano que planee enviar al exterior en el nuevo ciclo comercial.
A la fecha, según datos de la UCESCI, se anotaron declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) por un total de 7,85 millones de toneladas de trigo 2015/16, quedando muy cerca de las 7,77 millones que ya se embarcaron. Al mismo tiempo, se comprometieron 630.000 toneladas para embarcar de la campaña 2016/17, el mayor volumen en cuatro años, 100.000 de las cuales se anotaron en lo que va del mes de octubre.
Con un FAS Teórico para los embarques desde las terminales del Up River para la cosecha nueva de u$s 157/ton, el margen para la exportación resulta positivo con una ganancia teórica bruta de 7 dólares por tonelada embarcada. Ello sustenta el volumen de negocios y permite adecuar los valores ofrecidos a las puntas vendedoras, facilitando el cierre de negocios.
Ampliando la mirada al mercado global, el USDA actualizó sus previsiones de oferta y demanda esta semana ratificando la cosecha récord para la campaña 2016/17, pese a algunos problemas puntuales a raíz del clima en algunos países productores como Australia.
Según el organismo, la producción mundial de trigo alcanzará los 744,4 millones de toneladas, casi 10 millones de toneladas por encima de la campaña anterior. Sin embargo se espera que la demanda acompañe este aumento con lo que la relación stock/consumo global se mantiene prácticamente sin cambios en 33,8%. Los principales aumentos de producción, a la postre, se registran en algunos de los principales países exportadores, tal como muestra el gráfico adjunto. Para Argentina particularmente, el organismo prevé una producción 2016/17 de 14,4 millones de toneladas, casi tres millones por encima del ciclo previo.
A futuro que la demanda externa por trigo argentino se sostenga, en una campaña de oferta holgada a nivel internacional, dependerá en gran medida de que el país pueda posicionarse nuevamente como proveedor de trigo de calidad, tal como lo ha sido tradicionalmente.
Hasta la campaña 2015/16 el contenido proteico medio había caído por tercer año consecutivo, llegando a promediar por debajo del 10% y un peso hectolítrico que apenas araña los 80 kg/hl. según surge de los resultados de las muestras analizadas en nuestro complejo de Laboratorios y se muestra en el cuadro a continuación.
En principio, el target debiera ser recuperar un PH 80 y un contenido proteico del 11,5%, segmento en el que logrará explotar su mejor nicho de mercado. De momento el desarrollo de la campaña luce promisorio, ya que el productor ha tomado todos los recaudos necesarios para maximizar el contenido proteico del grano que obtendrá.
La inversión en los campos se ha acercado al óptimo, cosa que no ocurrió en los últimos ciclos, y los monitoreos se encuentran a la orden del día. De cualquier modo, la palabra final la tendrá el clima, especialmente desde mediados del mes de octubre hasta mediados de noviembre, cuando según la zona –de norte a sur- el cultivo ingrese en la etapa crítica de llenado de granos.
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