“Precipitaciones registradas durante los días previos agravaron la situación de excesos hídricos en la región Oeste de Buenos Aires y Norte de La Pampa, como así también en sectores de la región Sur de Córdoba. Puntualmente en esta última zona, los sectores afectados registran excesos hídricos desde hace varios meses, y es por ello que el cultivo de trigo se ubica en áreas elevadas con menor riesgo de pérdida”, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Diferente es el escenario en los partidos del oeste bonaerense de Gral. Villegas, Carlos Tejedor y Rivadavia, en donde podría registrarse pérdidas de varios cuadros una vez que los productores tengan la posibilidad de ingresar a los campos a evaluar el estado del cereal. En paralelo, mismas lluvias sobre el centro del área agrícola nacional, continúan abasteciendo de humedad a los lotes de trigo que ya se encuentran transitando etapas avanzadas de espigazón y llenado de grano.
“La recolección de los primeros lotes de trigo avanza en el norte del país, donde se concentra el 11 % de las 4.300.000 hectáreas implantadas a nivel nacional en la presente campaña. El progreso nacional de cosecha equivale al 2,7% de la superficie apta, y los rendimientos obtenidos se ubicaron por debajo de las expectativas iniciales debido al prolongado déficit hídrico que se registró durante etapas de llenado de grano en las regiones NOA y NEA. De todas maneras, se espera que el rinde medio nacional ascienda a medida que las cosechadoras avancen sobre lotes de trigo ubicados en el centro y sur del país. Bajo este escenario, la proyección de producción para la campaña en curso es de 12.500.000 toneladas, la cual fue anticipada durante el Congreso de Perspectivas Agrícolas de la Bolsa de Cereales a principios del corriente mes”, aseguró la Bolsa.
En el NOA, “los mayores progresos de trilla se registraron sobre las localidades de Los Puestos, Pichanal, Metan y Salta, con rindes muy variables que se ubicaron entre los 10 qq/ha y 20 qq/ha. Dichas productividades oscilan en función de la condición de humedad que se registró en cada lote en particular, fundamentalmente durante las etapas críticas de espigazón y llenado de grano. En lo últimos días la cosecha del cereal se detuvo de manera parcial como consecuencia de las lluvias registradas en los núcleos productivos de la región, esperando que la misma cobre mayor fluidez durante las próximas semanas. En paralelo, también la trilla de trigo avanzó sobre el núcleo productivo del NEA, principalmente en las localidades chaqueñas de Charata, Las Breñas y Villa Ángela, en lotes implantados en fechas tempranas. El rinde promedio semanal se ubicó levemente superior a los 17 qq/ha, el cual podría mejorar a medida que las cosechadoras avancen sobre lotes más tardíos”, explica el Panorama Agrícola Semanal.
Por otra parte, “en el Centro-Norte de Córdoba, los lotes se encuentran transitando etapas de grano lechoso y pastoso, bajo buenas condiciones de sanidad. Los rendimientos esperados se ubican entre los 28 qq/ha y 30 qq/ha, donde se realizaron aplicaciones preventivas y de control para roya y arañuela. A su vez, en el sur de la provincia de Córdoba, el cereal implantado en fechas más tardías aún se encuentra en espigazón bajo óptimas condiciones de humedad. En algunas localidades puntuales se registraron excesos hídricos en ambientes bajos, pero hasta el momento no se relevaron elevadas pérdidas de área”, indica la Bolsa.
En el Centro-Norte de Santa Fe, el estado fenológico del cereal varía en función de la fecha de implantación. En promedio, la mayoría de los cuadros se encuentran llenando grano, mientras que lotes tempranos sembrados sobre el extremo norte de la región ya se encuentran en madurez fisiológica. Las últimas precipitaciones registradas permitieron mejorar las condiciones para el llenado de grano, el cual hasta el momento se desarrolla bajo temperaturas nocturnas frescas, con buena amplitud térmica. Los productores mantienen las buenas expectativas de producción que se relevaron durante las últimas semanas, y la cosecha podría comenzar en los primeros días de noviembre.
Por otra parte, “las inundaciones registradas en algunas localidades del oeste de Buenos Aires, podrían afectar el normal crecimiento y desarrollo del cereal implantado en lotes bajos, que hasta el momento se encontraban transitando etapas de espigazón o comenzando el llenado del grano. A su vez, productores locales realizaron aplicaciones preventivas con fungicida en lotes que no se encuentran con excesos de humedad, a fin de preservar la buena sanidad del cultivo. En el centro de Buenos Aires, el cereal se encuentra entre las etapas de encañazón y espigazón, con buena oferta hídrica y una presión de sanidad baja, aunque se relevó presencia de pulgón y mancha amarilla. En la localidad de Henderson se registró una helada en los días previos a esta publicación, que podría limitar el potencial de rendimiento en los lotes afectados”, señala el PAS.
Y finalizó: “Sobre el sur de Buenos Aires, el cereal implantado en fechas tempranas comenzó a desarrollar la espiga, bajo una condición de humedad adecuada. En cambio, lotes tardíos aún transitan la etapa de encañazón, donde el crecimiento y desarrollo del cereal se encuentra demorado en comparación al ciclo pasado. En los núcleos trigueros de la región, se registró un incremento en el nivel de tecnología aplicado en la presente campaña, principalmente en un mayor control fitosanitario y mejores dosis de fertilización”.
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