En una campaña donde los números son finos, la incorporación de tecnología en los lotes puede generar esos kilos extra para salir airoso. Variedades, fertilización precisa y apostar a un manejo con una rotación con gramíneas, ayudan a poder lograr buenos resultados y rendimientos en los cultivos.
Elvio Pieralisi, productor en la zona de Ramallo, maneja alrededor de 970 hectáreas entre propias y alquiladas y ante una campaña donde las precipitaciones parecen que acompañaran durante todo el ciclo de los cultivos, decidió apostar fuertemente con tecnología de calidad. “La rotación trato de que sea con gramíneas, se me complicó un poco este año, pero trato de que no sea menos de un 30% con gramíneas, ya sea, trigo-sorgo o maíz. Este año, se me vino a un 20%, por que económicamente no es rentable, pero es importante de que no se venga muy abajo la rotación, para cuidar el suelo”.
La fertilización y mantener la calidad de los suelos es otra premisa que lleva adelante el productor. En este sentido, Pieralisi explicó que “en trigo la realizamos mediante un análisis de suelo y una fertilización fuerte para reponer un poco la demanda que hay en estos suelos de fósforo, lleva unos 200 a 250 kilos de diamónico con urea para la gramínea y cuando cosecho el trigo, siembro un maíz de segunda que a veces se dificulta porque en el rinde de maíz se cae bastante porque compiten por un mismo nutriente que es el nitrógeno, que cae un poquito, pero es una situación excelente para generar rastrojo”.
Con respecto al maíz, el productor señaló que “al hacer maíz de segunda es con un poco menos de fósforo, nunca menos de 120-140 kilos y una repetición de nitrógeno con lo suficiente para cubrir los costos, porque habría que reforzar en un estado vegetativo del maíz, pero ahí ya no se cubrirían, y generaría pérdida”.
Los rendimientos en ambos cultivos parecen estar estabilizados a lo largo de las campañas. Por caso, Pieralisi expresó que “los rindes están, si haces un trigo en fecha, con genética tenes no menos de 40 qq/ha, siempre y cuando que el clima acompañe, y hasta se puede llegar a 50 qq de rinde. No tenemos mucha calidad porque el rinde se lleva todo. Mientras que por el lado del maíz de segunda, aunque uses un material de punta, el rinde cae un poco, no expresa el material todo el potencial que tiene y llegas a un rinde de 7.000 kilos, pero en maíz de primera podemos lograr 10.000 kilos o 12.000 kilos, aquí en esta zona la gran variable es el clima”.
Un pleno a la soja
“Esta campaña sembraré alrededor de 600 hectáreas de soja. En esos lotes de soja, tengo los barbechos hechos desde abril, temprano, ahora estoy repitiendo una nueva pasada de herbicida pre-emergente para tener la mayor cobertura posible en el cultivo y no tener que repetir pasadas con todo lo que lleva eso”.
Además, el productor destacó que “tambien hago análisis de suelo en lotes pequeños de 30 hectáreas aproximadamente, voy haciendo intercalados para tener un control de los lotes y a la soja la fertilizamos con 80-100 kilos de mezcla sojera”.
Y continuó: “En algunos lotes puntuales, también reponemos con fertilizante físico o orgánico, como el guano de pollo, que es muy costoso, pero siempre estoy haciendo unas 40 o 50 hectáreas para levantar determinados lotes que tengo más caídos. Entonces en esos lotes que hago guano después paso un fertilizante para la soja. El guano lo hago más como reposición de nutrientes”.
Por caso, el productor señaló que “hago un manejo intralote, no se hacen todas las hectáreas por igual, cada hectárea tiene su manejo, no podemos manejarlo todos igual”. Ante este trabajo y como lo viene desarrollando, remarcó que “hace 20 años que trabajo los mismos lotes y es un trato de muchos años, se caminan los lotes, pero es la relación que tengo. Trabajo lotes chicos de 15 a 30 hectáreas, y los manejo sabiendo cual es la parte más complicada del campo, ya sea en malezas o fertilidad. Todo esto bajo el sistema de siembra directa hace más de 20 años”. El rendimiento en la soja alcanza los 4.000 kilos, “y se mantiene un muy buen rinde en la zona”, explicó el productor.
Cero malezas
Con respecto a la problemática de las malezas hasta ahora no ha tenido grandes problemas. En este contexto, Pieralisi subrayó que “tengo algunas malezas en campos vecinos que no fueron controladas a tiempo, pero nosotros ahora hacemos barbechos muy tempranos y con productos que tengan una calidad importante, y luego repetimos pasadas y no tenemos problemas de malezas”.
Por otra parte, y a modo de prevención, el productor comentó que “también tenemos mucho cuidado con las cosechas, ya que al contratista siempre le exijo que primero sea mi lote y nos encargamos de revisarla antes de entrar al mismo, entonces no tengo el problema”.
Y continuó: “Hoy el gran problema de la maleza resistente es la extensión que hay, con cosechadoras que van de un campo a otro y esparcen semilla, pero yo ese problema no lo tengo. Me encargo de hacer los barbechos siempre con muy buenos productos y están controlados”.
Toda la tecnología, de punta
A la hora de comentar que productos, materiales y como es el desarrollo de los mismos, Pieralisi destacó la calidad y resultados de los últimos avances en materia de tecnología. “Venía trabajando con Rizobacter, y también he probado otros productos, pero cuando empece a trabajar con Rizobacter me convenció muchisimo Signum porque es un preinoculado y este producto me permite con una maquina especial, muy personalizado, inocular la semilla y con un manejo muy sencillo”, señaló.
En este contexto, el productor subrayó que “siempre con el ingeniero asesor vamos viendo juntos y recorriendo el lote para ir analizando y buscando resultados y lo que se observa a simple vista es que las plantas tienen sus nodulaciones en los lugares que debe tener, y una protección necesaria que tiene que tener la semilla, la verdad que estoy conforme con el producto”.
En este sentido, Pieralisi recalcó que “el producto en si, no me ha traído problemas nunca, siempre muy buen comportamiento en estos últimos dos años, pero cuando son años complicados en seca, el cultivo tiene muy buen comportamiento”.
A modo de ejemplo, el productor de Ramallo añadió que “el año pasado sembré con muchísima lluvia, y tuve un muy buen nacimiento, no fue necesario resembrar ninguna hectárea, tiene muy buen comportamiento, y el costo importante que tiene se hace valer y es algo que no se debe evitar”.
Los híbridos y variedades también son importantes a la hora de acompañar está tecnología y por eso Pieralisi utiliza en maíz los híbridos Dekalb 7210 y en soja la Nidera 5009 y el año pasado compre Intacta 5019 y 4619. “Se observa claramente el diferencial de rinde de Intacta y notamos diferencias desde los insectos y el rinde algo mejoró claramente alrededor de un 5% más”, remarcó el productor.
En este sentido, Pieralisi aseveró que “estoy conforme con la tecnología porque me da más herramientas y calidad para el manejo”. A su vez, resaltó que “la soja Intacta hace más fácil el manejo al no tener que fumigar por ejemplo, y también el control de malezas, porque el cultivo se desarrolla más rápido, entonces cierra rápidamente el surco”.
Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo
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